Pasando por la pequeña ciudad de Kostrzyn, que tiene la frontera germano-polaca "pegada" a él (con sus tradicionales guardias riéndose de mi pasaporte por enésima vez... es que se vuelve pesado esto, eh?), he podido ver un antiguo memorial soviético y entonces toda la historia del primer párrafo me ha venido a la cabeza.
La visión de Polonia como un país ex-comunista, en vez de un nuevo miembro de la Unión Europea, me lleva a mis primeros tiempos, cuando incluso España era un trozo gris de un mapa bicolor. Supongo que si queremos cooperar no se debe olvidar el pasado, pero el deber de insistir en desarrollar una Unión libre de clichés como éste, tan pronto como podamos, se debe imponer.
