
Tiene 72 páginas dedicadas a los mejores escritores de Polonia, antiguos y actuales, conocidos y no tanto pero igual de buenos, una lectura obligada si alguien quiere profundizar en la personalidad de Ryszard Kapuscinski o Gombrowicz, Leszek Kolakowski o incluso el propio Conde Jan Potocki, autor de "Un manuscrito encontrado en Zaragoza".