Se cumplen doscientos años de los sitios de Zaragoza, donde la caballería polaca apoyó al bando de Bonaparte en pos de la promesa de recuperar Polonia. Lo cierto es que el Ducado de Varsovia creado por Napoleón sólo duraría 8 años, mientras que los polacos sufrieron enormes bajas en la contienda europea, bien por apoyar en la Guerra del Francés en todo el continente, bien por el encierro y reparto al que habían sido condenados.
Este pasado fin de semana, y parece que con propósito de hacerlo anual, se reprodujeron en Zaragoza batallas entre los bandos aragonés y francés. Aunque sería feo no decir que en Zaragoza se encontraban partidas de oscenses, catalanes, navarros y demás... vaya, que estaba España entera dándoselas contra franceses y polacos. De la parte polaca muchos fueron los que luego describirían la carnicería que se vivió por ambos bandos durante los dos sitios, y con frecuencia la vergüenza que muchos sintieron al ver que aquellos contra quienes habían luchado eran mujeres, niños y enfermos. De hecho, fueron las plagas las que hicieron capitular a los defensores .
Doscientos años después lo que se vive es un acto de hermanamiento ejemplar, reviviendo la gesta épica de hombres y mujeres que defendieron sus casas y su independencia, para que no se olviden jamás los horrores de una guerra que catapultó a España hacia la modernidad.