No se me ocurre qué decir sobre Wisława Szymborska que no sea recitar de nuevo el poema titulado "Utopía". Éste me ha acompañado todo el año 2011 y sin casi yo apreciarlo me ha ofrecido momentos de calma ante la fobia a languidecer. Por éste y muchos otros, gracias.
UTOPÍA
Isla en la que todo se aclara.
Ahí se puede arribar a pruebas firmes.
No hay más caminos que aquellos de llegada.
Las zarzas se doblan por el peso de las respuestas.
Crece ahí el árbol de la Suposición Correcta
con sus ramas eternamente desenredadas.
Y deslumbrantemente recto el árbol de la Comprensión
junto a una fuente llamada Ah, De Eso Se Trata.
Cuanto más denso se hace el bosque, más amplio aparece
el Valle de la Evidencia.
Si hay alguna duda, el viento la disipa.
El eco de ninguna voz toma la palabra
y aclara con entusiasmo los secretos de los mundos.
A la derecha, la caverna en la que se encuentra el sentido.
A la izquierda, el lago de la Convicción Profunda.
Del fondo se desprende la verdad y sale sin más a la superficie.
Domina el valle la Seguridad Inquebrantable.
Desde su cima se extiende la Esencia de las Cosas.
A pesar de sus encantos, la isla está desierta,
y las pequeñas huellas de pasos que se ven en sus orillas
se dirigen hacia el mar sin excepción.
Como si de ahí solamente se saliera
para hundirse irremediablemente en el abismo.
En una vida inconcebible.