Leo la siguiente noticia: "Walesa pide a Grass renuncia a Ciudadanía de Honor de Gdansk" (Agencia EFE) tras confesar éste que fue reclutado a la fuerza, y con 17 años de edad, para el cuerpo de las SS alemanas durante la GM. Casi al mismo tiempo, leo en un escaparate de una Agencia de Viajes: "Auschwitz" (Ruta de los Campos de Concentración en Polonia) 859€, y me pregunto si es que entre el temor a olvidar y perder el miedo hay un claro desentendimiento. A la inversa, si una Agencia de Viajes no-española ofertara viajes por Belchite, el Valle de los Caídos o Paracuellos del Jarama muchos, quizá todos, nos sentiríamos soliviantados.
Es importante recordar que a nosotros, los nacidos en democracia (sí sí, y llegando a los treinta años de edad) nos toca elaborar un nuevo código de conducta, y si se puede, mejor. No habrá una generación como la nuestra porque, además, nos toca construir Europa. Y dentro de ese proyecto se debe entender que Grass es un referente obligado y que una visita a un campo de concentración debe ser bajo el más estricto de los respetos. De otro modo, no serviría para nada sentarse a escribir esto.