Mirad lo que me he encontrado rebuscando por ahí. Es parte del texto que escribí hace pocos años cuando Zaragoza era candidata a ser la capital europea de la cultura. En su primer dossier de candidatura, hablábamos de España y Polonia en estos términos:
"Conocemos la historia y nuestro pasado en común, ya que Zaragoza es un caso particular en las relaciones que España y Polonia han tenido a lo largo de la historia. En el año 2008, la celebración del bicentenario de los Sitios trajo a desfilar de nuevo por las calles de Zaragoza a la Legia Nadwiślańska (Legión del Vístula). Esto fue sorprendente para muchos, pues una ciudad tomada por tropas que son invitadas doscientos años depués tiene que ser un lugar poco corriente. Lo es, pues desde 1999 es Sitio Emblemático para la Cultura de la Paz a propuesta de la UNESCO.
El asedio de Zaragoza, a ojos de los soldados polacos, fue la pintura en la que muchos de ellos vieron plasmados los mismos ideales por los que luchaban: la libertad de su país. El conflicto interno que se desataría tras la guerra en España llevó al capitán y futuro general -importante autor, además, dentro de la gramática moderna polaca- Józef Mroziński, a escribir “El Asedio y la Defensa de Zaragoza” donde relató la importancia de la victoria de las tropas napoleónicas y por ende de las polacas, a la vez que se preguntaba el porqué de aquella guerra contra gente que ni les había provocado, ni hecho nada en contra de Polonia.
Zaragoza se convirtió en un “antimito”, pues era una guerra por el mismo motivo con que las tropas polacas se lanzaban a la batalla. El mundo entero quedó aterrado al saber cómo los ciudadanos de Zaragoza rechazaban toda propuesta de capitulación y juraban enterrarse bajo las ruinas de la ciudad, y los soldados polacos, de sobresaliente educación comparados con otras soldadas, dieron testimonio fiel de aquello. La batalla pasó a convertirse en una cuestión moral de difícil solución, pues no se terminaba de entender cómo los españoles nunca terminaban de rendirse.
Se cita textualmente un extracto del discurso realizado por el Viceministro de Excombatientes del Gobierno Polaco en la Plaza del Pilar de Zaragoza:
“La memoria de la defensa de la capital del Ebro está viva hasta hoy día en Polonia gracias a la literatura polaca; cada niño debe saber que Zaragoza era la "siempre heroica" y por qué en 1944, durante el levantamiento antialemán de Varsovia se animaba a los combatientes diciendo que la capital de Polonia resistiría como Zaragoza. Para los polacos -muy orgullosos de los éxitos de sus armas- esta ciudad es el símbolo de la lucha por el honor, la fe y la libertad hasta la última tapia, hasta la última gota de sangre.” Esto ocurría en el año 2008, cuando se cumplían doscientos años de aquellos sitios, cuando ambos países han superado sus tragedias análogas.
Aún así y con todo, pretendemos que nuestra relación no sea una simple enumeración de citas historiográficas más o menos entendidas como lugares donde encontrarse y felicitarse, que también. Pero queremos, y de todo corazón, poder encontrarnos en el contexto europeo actual. España y Polonia han cambiado mucho desde hace doscientos, cien y hasta quince años, y también lo ha hecho Europa. Hoy disfrutamos de la posibilidad de construir un lugar común donde las fronteras y los muros caen, tanto física- como sociológicamente, a raíz del avance de las libertades y los derechos, de la toma de conciencia ciudadana a través de la cultura y el intercambio producido por el mundo globalizado y que se traduce en pequeñas acciones locales.
Queremos obrar el cambio, hacer comprender a la ciudadanía las claves que definirán nuestro futuro como la Unión Europea que ya somos, citarnos para definir hacia dónde queremos avanzar no sólo en la política o la economía, sino en aquellos lugares donde la cultura marque el ritmo de los acontecimientos. La candidatura de Zaragoza quiere ser plenamente consciente de cual es la Polonia actual, y este estudio lo realiza fijándose atentamente en los valores que cada candidatura polaca ha propugnado.
Si Zaragoza es capaz de entenderse con quienes tuvo la más cruenta de sus batallas, todas las ciudades de Europa deberían, tarde o temprano, poder hacerlo entre sí. Es por eso que nosotros queremos seguir siendo un ejemplo de cooperación, respeto y amistad entre los pueblos, y ese es nuestro mensaje a las ciudades candidatas de Polonia: El lugar común es Europa, nuestra fuerza reside en la Unión, nuestro pasado es pasado, y nuestro presente es la construcción del diálogo europeo..."
Lo que cambian las cosas.