Resistir y vencer

Que ha llegado el final del 2012 y claro, quería felicitarte el fin de año regalándote algo que, al menos, te haga sonreír. Parafraseando un póster en la universidad donde en grandes letras se podía leer: "puedes dedicarte a ver porno en casa" para luego en letras más pequeñas escribir: "o puedes apuntarte al grupo de teatro que estamos formando", quiero decirte que claro, puedes ponerte a recordar las cosas malas que de pensarlas todas juntas resultan hasta pornográficas, o puedes hoy renovar tu propósito de resistencia al mal tiempo.

Resistir y vencer. La "tormenta perfecta" como la denomina la BBC, siempre tan atenta y diligente con lo que ocurre en mi tierra y a nombrarlo. Pero insisto, resistir es vencer, y esta será la imagen que te quiero regalar.


A simple vista parece un carromato de principios de siglo, pero no lo es. Es una historia poco conocida fuera de las fronteras de Polonia, y me la ha "soplado" Anna hace un par de días. Es el carromato de Michał Drzymała, un tío con un buen par de ejes.

En 1886 y por resolución del Landtag de Prusia, se estableció una Comisión para fomentar la colonización alemana en la Provincia de Posen y Prusia Occidental (Actuales Poznan y aproximadamente la Voivodia de Wielkopolska). Tal Comisión estaba facultada para comprar las propiedades de la szlachta polaca, y luego vendérselas a aquellos alemanes que lo solicitaran previa aprobación. A ojos de los polacos, el establecimiento de la Comisión era una medida diseñada para expulsarlos de sus tierras, lo que redundó en una fuerte resistencia por su parte frente a las autoridades prusas, y llevándose a cabo con inteligencia por gente como Michał Drzymała.

Drzymała compró en 1904 una parcela de tierra en Podgradowice (Kaisertreu) (hoy Drzymałowo) en el distrito de Posen Bomst, pero vio que la reciente aplicación de la Feuerstättengesetz Prusiana ("ley del horno") habilitada para los funcionarios locales alemanes le negaba a el, como polaco, el permiso para construir una vivienda permanente con un sistema de calefacción en su tierra. Dicha ley consideraba a cualquier lugar de estancia una casa si permanecía en el mismo sitio por más de 24 horas, y por lo tanto podía ser incautada por la Comisión. Para moverse por el Estado, se estableció en una antigua caravana de circo durante varios años, desafiando en los tribunales todos los intentos por destituirlo de sus propiedades.

El caso es que Drzymała movía cada día unos pocos metros el carromato, evitanto así las sanciones legales de la Comisión y explotando ese vacío legal durante años.Así estuvo, día tras día en hasta que en 1909 se pudo comprar una casa de campo cerca de su propiedad.

Michał Drzymała se rió del sistema que le oprimía moviendo cada día su casa unos pocos metros. Y si lo piensas con detenimiento, habrás llegado al 2013 tras haberte caído encima un montón de titulares horrendos y presiones desde todo lo que huele a poder. No abandones, no te vayas ahora.

Resistir es vencer.

Feliz Año 2013.
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