Una de las figuras españolas más importantes en la segunda mitad del siglo XVIII se llama Pedro Pablo Abarca de Bolea y Ximénez de Urrea. Bajo este nombre tan largo, encontramos al que fue el décimo Conde de Aranda, embajador español en Polonia. Podría alargarme, y mucho, sobre la vida de esta persona, dados su sentido de hombre de estado y lealtad hacia Carlos III, quien a la postre sería uno de los mejores gobernadores que tendría España. De todas maneras, para no repetor lo que muchos harían mejor que yo, es importante para mí el presentar esta curiosa carta de Abarca (en español), donde relata desde Varsovia cómo se ha producido un ataque al primer ministro de Polonia, el Conde Brühl.
Sea ésta mi primera referencia sobre el hombre que conectaría España y Polonia de nuevo. Habrá más.
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