Detrás de sus esfuerzos, el camino a seguir puede no ser muy nuevo, pero aún otorga un fresco sabor a caldo de cultivo al revisar la oferta cultural polaca. ¡Hay tantas cosas por ver y tan diferentes audiencias!. Se debe decir, que es debido a que, en gran medida, se influye desde las estapas más tempranas: La escuela. Admito públicamente que me pongo verde de envidia con todo lo que respecta a la educación polaca en este aspecto, y es que no puede ser bueno que uno desee volver a la escuela tantas veces seguidas. Forges lo sabía.
Así que ahora, ahora es un momento perfecto para observar también cómo el media trabaja en desarrollar el interés. Cada vez que aparece un nuevo libro traducido al polaco o que una persona española diga que "leyendo Milosz y visitando la Universidad de Varsovia produce todavía sensaciones increíbles", es un pequeño triunfo, casi de trastienda. El Instituto Cervantes ha de ser un catalizador, pero nunca el techo a copar, y lo siguen esa máxima, lo cual me gusta.
La escuelas son la llave, y quiero visitarlas.
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