Lech Wałesa todavía tiene cosas que decir, y probablemente por ese mismo motivo es complicado no escuchar una reprimenda hacia su persona tras citar algunos de sus muchos logros. El ser líder de Solidarność y activo en el derrumbe de Jaruzelski (por ende de la Unión Soviética) le han granjeado acusaciones de haber sido un espía de la policía comunista, al obtener el premio Nobel de la Paz pusieron en boca suya discursos que nunca pronunciaría y que nunca le abandonaron. Pero claro, es que él es Lech Wałesa y los demás no, o dicho de otro modo, el vive con los deberes hechos mientras que otros vivirán siempre a su sombra les guste o no.
Pienso que sin Wałesa la política europea sería mucho más aburrida, y que por eso personas que no sean "de raza" ni tan siquiera del rango "previsible", que es así como resultan los que habitualmente nos gobiernan, conceden un ápice de realidad al panorama político europeo. El ex-presidente polaco pasó por España para apoyar a su partido político europeo "Libertas".
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